Lleva a tu cocina los sabores de Italia con la salsa amatriciana: receta fácil, historia fascinante y consejos para disfrutarla en tus comidas.
La salsa amatriciana es una de las salsas de tomate más clásicas y apreciadas en la cocina italiana, con un sabor intenso que logra transformar las comidas en una experiencia única. Esta salsa básica, proveniente de la ciudad de Amatrice, en la región de Lazio, Italia, combina ingredientes sencillos pero potentes para acompañar platos de pasta y otras preparaciones.
Te invitamos a que sigas leyendo y descubras con Recetas Nestlé® sus orígenes, ingredientes y los mejores tips para disfrutarla al máximo en tu cocina.
¿QUÉ ES LA SALSA AMARICIANA?
La salsa amatriciana es una de las salsas más tradicionales de Italia, se caracteriza por su mezcla de tomate, queso pecorino (queso de oveja) y guanciale o papapada curada de cerdo, que es un tipo de carne obtenida de la mejilla o papada del cerdo, se cura con sal y especias durante varias semanas y le da un sabor ahumado y una textura crujiente. La salsa amatriciana se suele utilizar con como el bucatini que es una pasta larga y cortas también como el rigatoni, ya que su textura y sabor se adhiere perfectamente.
ORIGEN DE LA SALSA AMATRICIANA
La salsa amatriciana tiene sus raíces en las colinas de Amatrice, una localidad en la región de Lazio, Italia. Según algunos investigadores gastronómicos, esta receta surgió como una adaptación de la salsa “gricia o griscia”, una receta básica que utilizaba la papada de cerdo, aceite de oliva, pimienta negra y queso de oveja.
Se dice que entre finales del siglo XVII y principios del XVIII, los pastores de Amatrice comenzaron a añadir tomate a esta mezcla para crea una salsa más completa. Los pastores solían llevar consigo ingredientes básicos como trozos de queso, harina y papada de cerdo para cocinar a la intemperie. Incluso cocinaban la pasta en sartenes de hierro, que luego envolvían en alambre para crear una forma tubular que facilitara la cocción y transporte.
INGREDIENTES DE LA SALSA AMATRICIANA
Para preparar una salsa amatriciana para llevar los verdaderos sabores de Italia a tu mesa, es fundamental contar con tres ingredientes básico que son:
- Tomate San Marzano: Este tipo de tomate es ideal por su equilibrio entre dulzura y acidez.
- Guancile o papada curada: Este corte es carne es esencial en la receta y le da un toque ahumado y una textura crujiente. Sabemos que este corte no es tan común en la región, por lo que se puede sustituir por panceta, aunque el sabor puede variar a la receta tradicional.
- Queso pecorino romano: Este tipo de queso es hecho de leche de oveja, este ingrediente le da un sabor salado y cremoso a la salsa.
A partir de esta base se elabora la salsa amatriciana, como bien sabemos que las recetas tradicionales se adaptan a los gustos e ingredientes locales, es por eso que se encuentren variantes que incluyen ingredientes adicionales como ragú, cebolla, ajo, pimienta y aceite de oliva que aportan distintas notas de sabor.
PASOS PARA PREPARAR UNA SALSA AMATRICIANA
Preparar una auténtica salsa amatriciana requiere seguir algunos pasos clave que permiten resaltar su sabor ahumado y textura cremosa. Aquí te explicamos cómo hacerla para que logres incluirla en tus recetas caseras.
- Preparar la papada o panceta: Corta la papada o panceta en trozos pequeños y fríelo en una sartén con un poco de aceite de oliva. Cocina hasta que esté crujiente y dorado, lo que le dará a la salsa su toque ahumado.
- Añadir los tomates: Incorpora los tomates frescos o enlatados, aplastándolos ligeramente en la sartén. Cocina a fuego medio para que los sabores se mezclen y la salsa vaya espesando.
- Sazonar: Agrega pimienta negra y un poco de sal, agrégala con moderación, teniendo en cuenta que el pecorino es salado.
RECETAS RECOMENDADAS
- Salsa de tomate casera
- Tortilla de huevo con salsa de tomate
- Pollo a la crema de tomate
- Añadir el queso: Al final de la cocción, añade el queso pecorino rallado para darle un toque cremoso y salado. Evita que se pegue a las paredes del sartén y revuelve bien para que la integre a la salsa.
- Lista para usar: Una vez lista la salsa, ya la puedes servir inmediatamente para disfrutar en tus recetas favoritas, ya sea para mezclarla con alguna pasta o bañar proteínas de origen animal.
PRINCIPALES USOS CULINARIOS DE LA SALSA AMATRICIANA
Sabemos que las salsas de tomate ofrecen una gran versatilidad en la cocina, pero la Salsa Amatriciana no es solo una salsa de tomate más: su sabor ahumado y su toque cremoso la convierten en una opción especial y única. A continuación, te compartimos algunas preparaciones que realmente se complementan con el carácter distintivo de esta salsa italiana.
- Pasta: Al ser una salsa italiana obviamente debe estar en su plato insignia que es la pasta, la salsa amatriciana se adapta a casi cualquier tipo de pasta, ya sea larga, como el spaguetti y los bucatini, o corta, como el penne y el rigatoni. Su sabor ahumado y textura espesa permiten que la salsa se adhiera a la pasta.
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- Pizza: Úsala como base para una pizza y obtendrás un sabor robusto y diferente. Combina muy bien con ingredientes como queso pecorino, salami, panceta, entre otros.
- Pollo o cerdo: Puedes utilizar esta salsa para bañar o acompañar carnes como el pollo o el cerdo, dándoles un toque italiano clásico que resalta su sabor.
- Risotto: Un poco de salsa amatriciana en un plato de risotto le dará un delicioso toque de acidez y ahumado que hará de esta tu receta favorita.
CUIDADOS DE CONSERVACIÓN Y ALMACENAMIENTO DE LA SALSA AMATRICIANA
Para disfrutar de la salsa amatriciana en su mejor estado, es importante almacenarla correctamente. Sigue estos cuidados para conservar su frescura y sabor.
- Refrigerador: Guarda la salsa en un recipiente hermético y refrigérala por hasta 3 días. El frío es clave principalmente debido a la presencia de tomate fresco en la receta, que tiende a descomponerse rápidamente cuando se expone a temperatura ambiente o cálida. Además, la panceta o la papada de cerdo que también son ingredientes perecederos.
- Congelación: Si piensas que en estos 3 días no vas a consumirla, lo mejor es congelarla en porciones individuales en recipientes o bolsas. Esto permitirá conserva la salsa por más tiempo y recalentar solo lo necesario. De este modo se conservará hasta por 3 meses.
- Recalentar: Con cualquier de estos dos métodos, para volverla a usar y recalentar, solo debes sacar la cantidad que vas a usar, colocarla en una sartén a fuego bajo y añadir un poco de agua o aceite de oliva para recuperar su textura original.
FUENTES: