El ruibarbo puede ser tu nuevo ingrediente favorito. Descubre su origen, preparación y las diversas opciones para disfrutarlo.
El ruibarbo es un ingrediente que pocos conocen, pero su peculiaridad lo convierte en una joya culinaria. Aunque muchos podrían imaginarlo como un vegetal (y técnicamente lo es), en la cocina brilla como una fruta gracias a su distintivo sabor ácido. Este vibrante tallo de color rojo intenso o verde claro no solo aporta un toque exótico a tus platos, sino que también se combina de maravilla con una amplia variedad de frutas como fresas, manzanas, frambuesas o incluso cítricos.
Si te gusta explorar con nuevos ingredientes, sabores y texturas en tus recetas, el ruibarbo tiene todo para sorprenderte. Descubre con Recetas Nestlé® cómo integrarlo a tus recetas y sacarle el máximo provecho. Sigue leyendo y descubre las deliciosas opciones que tienes con este ingrediente.
¿QUÉ ES EL RUIBARBO?
El ruibarbo es un ingrediente peculiar que destaca por sus tallos largos y carnosos, con colores que van del verde al rosa intenso y un sabor ácido similar al del limón. Aunque técnicamente es un vegetal, se usa como una fruta en la cocina gracias a su acidez única, que lo hace perfecto para postres y salsas. Es importante saber que las hojas no se deben consumir, ya que contienen ácido oxálico, sustancia que puede provocar intoxicación, pero los tallos son completamente seguros y deliciosos cuando se cocinan correctamente.

Por su sabor extremadamente ácido, el ruibarbo rara vez se consumo crudo y casi siempre se cocina, guisa, hornea o se convierte en puré junto con azúcar para equilibrar su intensidad. El resultado es un sabor agradablemente ácido, con toques que recuerdan a la manzana verde o incluso el apio en su estado más puro. Los tallos rojos suelen ser más dulces y robustos en comparación con los verdes, pero ambos son ideales para preparar compotas, tartas, chutneys y bebidas refrescantes. Si te animas, puedes probar un pedacito crudo para apreciar su sabor puro antes de cocinarlo.
HISTORIA Y ORIGEN DEL RUIBARBO
El ruibarbo tiene un pasado tan fascinante como su sabor único. Originario de Asia, especialmente China y Rusia, se cultivaba inicialmente por sus raíces medicinales, usadas en la medicina tradicional. Su nombre proviene del griego rha barbaron, que significa “no de por aquí”, en referencia a su origen extranjero. A través de rutas comerciales como el río Volga, esta planta llegó a Europa, donde fue considerada una rareza durante siglos.
En Inglaterra, el cultivo del ruibarbo alcanzó un nivel único en el “Triángulo del Ruibarbo”, una región entre Wakefield, Morley, Leeds, famosa por su técnica de “forzamiento”. Este método consiste en cultivar el ruibarbo en cobertizos oscuros, lo que impide la producción de clorofila. Como resultado, el azúcar de la planta se concentra en los tallos en lugar de las hojas, obteniendo tallos más tiernos, dulces y de un color más vibrante.
Una de las ventajas del ruibarbo forzado es que puede cosecharse en pleno invierno, cuando las frutas y verduras frescas escasean, lo que lo convierte en un producto premium en los mercados. Aunque su popularidad disminuyó en los años 60 debido a la menor demanda, esta plata de sabor agridulce sigue siendo apreciada por su versatilidad culinaria y su peculiar historia, que combina técnicas agrícolas únicas y tradición familiar desde finales del siglo XIX.
CÓMO SE PREPARA O COCINA EL RUIBARBO
Aunque el ruibarbo es un vegetal, en la cocina se comporta como una fruta gracias a su característico sabor ácido, lo que puede generar dudas sobre su preparación. A continuación, te explicamos los pasos básicos para prepararlo y las distintas formas de cocinarlo:
- Pasos para preparar el ruibarbo:
- Eliminar las hojas: Si nunca has cocinado con este ingrediente, es importante saber que solo los tallos son comestibles, así que deshazte de las hojas ya que son tóxicas.
- Limpiar tallos: Lava los tallos con agua fría para eliminar cualquier resto de tierra.
RECETAS RECOMENDADAS
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- Pelar si es necesario: Si utilizas ruibarbo de cultivo principal, retira las fibras externas con un cuchillo pequeño o un pelador. El ruibarbo forzado es más tierno y no requiere este paso.
- Cortar: Recorta los extremos y corta los tallos en trozos del tamaño que prefieras o según indique tu receta.
- Formas de cocinar el ruibarbo:
- Guisado: Cocina los trozos en una olla o sartén con un poco de azúcar y agua fuego bajo durante 8 a 10 minutos hasta que estén tiernos. Es ideal para compotas o como acompañamiento para helado.
- Asado: Coloca los trozos en una bandeja para horno, espolvorea azúcar y hornea a 180°C durante 15-20 minutos. Esto potencia su sabor y lo hace perfecto para tartas.

- Escalfado: Hierve agua con azúcar, agrega el ruibarbo y cocina a fuego bajo durante 5 a 8 minutos. Este método conserva su forma y es ideal para decorar postres.
- En puré: Guisado y luego triturado, el ruibarbo se convierte en un puré perfecto para postres o salsas.
Tip culinario:
El ruibarbo puede ser muy ácido, pero puedes equilibrar su sabor combinándolo con ingredientes dulces y cremosos. Por ejemplo, agrega miel, jarabe de arce o incluso un poco de jugo de naranja al cocinarlo. Estos elementos suavizan la acidez y resaltan sus notas frutales, haciendo que se integre perfectamente en postres como compotas, tartas o salsas para helados.
USOS CULINARIOS DEL RUIBARBO
El ruibarbo es un ingrediente versátil que brilla en la cocina como cualquier fruta, (así no lo sea) aunque con un toque ácido que lo hace único. Su sabor distintivo y su hermoso color rosa lo convierten en la estrella de una variedad de recetas dulces y refrescantes. A continuación, te compartimos algunos de sus usos más comunes:
- Postres: El ruibarbo es ideal para tartas, crumbles y compotas. Su acidez se equilibra perfectamente con azúcar o frutas dulces como fresas, creando sabores deliciosos. Por ejemplo, una clásica de tarta de fresas y ruibarbo combina lo mejor de ambos ingredientes, mientras que un crumble con ruibarbo aporta texturas y contrastes únicos.

- Mermeladas y conservadas: Su consistencia gelatinosa al cocinarlo lo hace ideal para mermeladas y conservas, dejando un color rosa intenso que realza cualquier preparación.
- Bebidas: Desde zumos simples hasta cócteles, el ruibarbo aporta un sabor ácido y refrescante. Un zumo de ruibarbo con agua es sencillo y sorprendentemente dulce una vez enfriado.
- Acompañamientos: Además de postres, se puede usar en salsas para acompañar carnes como cerdo o pato, aportando un toque ácido y sofisticado.
Tip culinario:
Cuando prepares ruibarbo, considera agregar un toque de bicarbonato de sodio o macerarlo con azúcar antes de cocinarlo. Esto ayuda a suavizar su acidez y mejorar su textura, logrando resultados más equilibrados y deliciosos.
El ruibarbo es un ingrediente único que puede transformar tus recetas, ya sea en una tarta o como un toque especial en salsas para carnes. Ahora que lo conoces y sabes cómo usarlo, ¿qué esperas para incluirlo en tus platos? Descubre más ideas y tips en Recetas Nestlé® y sorprende a tus seres queridos con creaciones deliciosas y creativas. ¡Atrévete a cocinar con ruibarbo!
FUENTES:
https://www.bonappetit.com/test-kitchen/ingredients/article/the-etymology-of-the-word-rhubarb
https://www.bbcgoodfood.com/howto/guide/top-rhubarb-recipes
https://www.seriouseats.com/rhubarb-recipes-to-celebrate-the-not-fruit