Descubre el mundo del pan bagel: orígenes, método y deliciosas combinaciones de recetas.
¿Quién puede resistirse al encanto exquisito de un pan recién horneado? Entre tantas variedades que deleitan nuestro paladar, encontramos al famoso pan bagel, un clásico de la panadería que se caracteriza por su forma redonda con un agujero en el centro, similar a un anillo, y con una textura ligeramente más densa que la del pan tradicional. Originario de la comunidad judía en Europa del Este, este famoso horneado ha trascendido fronteras y se ha convertido en una receta muy popular en todo el mundo, especialmente en Estados Unidos, donde se suele rellenar con queso crema, salmón ahumado, huevos revueltos, tocineta y otros ingredientes, convirtiéndose en un elemento básico en el desayuno y el brunch.
Si deseas descubrir más sobre el bagel, acompáñanos y sigue leyendo, donde te contaremos todo sobre este delicioso y versátil pan.
DESCUBRE EL PAN BAGEL
Igual que el pan tradicional, el pan bagel se elabora con ingredientes esenciales como harina de trigo, agua, levadura y sal. Sin embargo, lo que realmente lo distingue es su proceso de preparación: la masa se fermenta, se moldea manualmente en su característica forma circular con un agujero en el centro, se sumerge en agua hirviendo y después se hornea hasta obtener una corteza dorada y brillante.
Este método le confiere al bagel, una textura densa y masticable, con un sabor que puede variar desde dulce hasta salado, dependiendo de los ingredientes adicionales. En algunas ocasiones, se añaden malta, miel y semillas de sésamo o amapola, que no solo aportan textura, sino que también funcionan como un hermoso elemento decorativo.
ORIGEN DEL PAN BAGEL
Al igual que muchos de los platos que hemos explorado en Recetas Nestlé®, el origen exacto del bagel es motivo de debate entre los historiadores culinarios. Algunos sugieren que tiene sus raíces en Europa del Este, específicamente en Polonia, donde se le llamaba “bajgiel”. Otras teorías lo relacionan con comunidades judías en Alemania o incluso la vinculan con la antigua Roma.
Se dice que el bagel fue creado como un alimento práctico y portátil para los panaderos que necesitaban un pan que fuera fácil de transportar y que pudiera conservarse durante períodos prolongados. El bagel se popularizó en el siglo XIX, cuando los inmigrantes judíos llevaron sus recetas tradicionales a Estados Unidos y pronto comenzó a ganar una gran acogida entre personas de todas las procedencias.
LA MAGIA DETRÁS DEL PAN BAGEL: INGREDIENTES Y ELABORACIÓN
El bagel, con su textura y sabor únicos, se ha convertido en un favorito en todo el mundo. Su proceso de elaboración, artesanal y singular, junto con ingredientes simples, pero cuidadosamente seleccionados, son la clave de su éxito.
INGREDIENTES DEL PAN BAGEL
La harina de trigo, el agua, la levadura, el azúcar y la sal son los componentes fundamentales de esta delicia de panificación.
- Harina de trigo: Es la base esencial del bagel, su contenido de gluten proporciona la estructura necesaria para una miga densa y resistente. Algunos panaderos optan por la harina de fuerza, que se denomina de esta forma a la harina de trigo común con un mayor porcentaje de gluten, es decir con mayor cantidad de proteína.
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- Agua: Cumple dos funciones vitales en la elaboración del pan: hidrata la harina y activa la levadura. Es crucial añadir la cantidad de agua precisa para lograr una masa con la textura adecuada.
- Levadura: Es esencial para la fermentación de la masa. La levadura consume azúcares y produce dióxido de carbono, lo que hace que la masa crezca dando como resultado la característica esponjosidad del pan bagel.
Recetas con bagel
- Azúcar: Este ingrediente no solo añade un toque sutil de dulzura, sino que también alimenta a la levadura durante la fermentación, facilitando el crecimiento de la masa. Además, el azúcar si se agrega un poco en el agua hirviendo donde se sumerge la masa, crea la característica superficie brillante y caramelizada de los bagels.
- Sal: No solo realza el sabor, sino que también equilibra la dulzura del azúcar y controla la fermentación. Además, afecta la textura y consistencia adecuada de la masa.
Elaboración del pan de bagel
Una vez reunidos los ingredientes necesarios, sigue estos simples pasos para crear este pan único y delicioso:
- Mezcla y amasado: Comienza mezclando la harina, el agua, la levadura, el azúcar y la sal para formar una masa. Luego, amasa vigorosamente durante varios minutos hasta que esté suave y elástica.
Reposo: Forma una sola bola de masa, colócala en un recipiente grande, cúbrela con una toalla de cocina o papel film y déjala reposar hasta que duplique su tamaño.
- Formación de bagels: Una vez que la masa haya crecido, divídela en porciones iguales y con la palma de la mano, forma una bola con cada porción y luego da forma a los anillos asegurándote de que cada uno tenga un agujero bien definido. Hazlo haciendo presión en el centro de cada bola con los dedos índice y pulgar hasta formar un agujero. Cubre los bagels con papel film para evitar que la masa se seque y déjalos reposar nuevamente durante unos 15 minutos.
- Sumergir en agua: Este paso es fundamental para lograr la distintiva textura y corteza firme que caracteriza a los bagels. Deben sumergirse brevemente en agua hirviendo. Este proceso es crucial, ya que el almidón en la superficie de la masa se gelatiniza, creando una cáscara brillante y crujiente al hornearse. Aprovecha para espolvorear semillas de amapola, ajonjolí o sal marina en su superficie antes de hornear para que se vean más profesionales y apetitosos.
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- Horneado: Una vez hervidos los bagels, escúrrelos y colócalos en una bandeja con papel pergamino o un poco de aceite. Hornéalos hasta que alcancen un color marrón dorado, sellando la humedad y creando una textura masticable por dentro y crujiente por fuera.
Si deseas utilizarlos inmediatamente en una receta, se recomienda dejarlos enfriar al menos 15 minutos antes de cortarlos por la mitad, para evitar que la miga se estropee.
LAS MEJORES COMBINACIONES PARA TUS BAGELS
El bagel es un pan versátil que se presta para una gran variedad de combinaciones para cualquier momento del día. Inspírate y explora un sinfín de posibilidades que van desde lo dulce hasta lo salado.
- Ingredientes salados
- Queso crema: Un clásico infalible gracias a su textura suave y cremosa, ideal como base para cualquier receta.
- Aguacate: Una elección fresca y saludable. Puedes agregarlo en finas rodajas o machacarlo.
Salmón ahumado: Aporta un toque gourmet con su sabor distintivo que complementa la textura del bagel.
- Huevos: Si prefieres disfrutarlo en el desayuno probablemente quieras incluir este ingrediente en tu bagel. Puedes machacarlo o añadirlo revuelto, en tortilla, frito o escalfado.
- Carnes: Para los amantes de la carne, puedes optar por tocino, pastrami, jamón serrano o una opción más ligera con rodajas de pavo.
- Vegetales: El tomate, la cebolla, la lechuga, pepino, champiñones o espinacas baby añadirán un toque fresco y colorido al bagel.
- Ingredientes dulces
- Frutas frescas: Añade fresas, arándanos, bananos o cualquier otra fruta que prefieras, proporcionando una textura suave y un toque de dulzura natural.
- Mermeladas: Elige entre una amplia variedad de sabores para darle un toque de dulce y suave.
- Mantequilla de maní: Aunque en sí sola no destaque por su dulzura, su textura cremosa combina perfectamente con las mermeladas.