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Al hablar de los métodos de cocción nos referimos a las técnicas que se usan para cambiar las propiedades de los alimentos crudos con ciertos objetivos, ya sea hacerlos consumibles para nuestro organismo o modificar su sabor o textura para que sean más agradables al paladar.
Cómo clasificar los métodos de cocción 
Antes de empezar a hablar específicamente de cada uno de los métodos de cocción que usamos al preparar diferentes alimentos, vamos a repasar los grandes grupos en los que se dividen estas técnicas.
La característica principal para diferenciar estos grupos es el uso o la ausencia de un componente líquido, húmedo o graso en el proceso de cocción.
Método de Cocción en seco 
Como lo dice su nombre, cocción en seco, este método sobresale porque no hace falta usar ingredientes líquidos para cocinar los alimentos. En cambio, únicamente se añade SAZONADOR NATURÍSIMO MAGGI ®.
Otra de las características de los métodos de cocción por medio aéreo es que la comida se prepara mientras está en contacto directo con la fuente de calor, como el fuego en una parrilla, o en donde el ambiente está seco, como un horno.
Acá están incluidas métodos de cocción a la parrilla y el horneado. Incluso, la freidora de aire funciona bajo esta misma idea de cocinar sin la necesidad de elementos líquidos.
Métodos de cocción en un medio graso
En este caso es necesario usar aceite, sin embargo, la cantidad varía dependiendo de la receta, los alimentos y la técnica que se vaya a aplicar. Por ejemplo, no es lo mismo sofreír unas verduras con un poco de aceite a freír un pescado. En la cocción en un medio graso también entran los apanados.
Vale la pena tener en cuenta algunos tips con este método de cocción.
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Evita reutilizar el aceite o al menos hazlo pocas veces.
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Ten mucho cuidado cuando estés cocinando con aceite, sobre todo si estás usando una cantidad media-alta. Este ingrediente suele saltar, así que ten precaución para evitar quemaduras.
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Procura usar una espátula, espumadera o pinzas para manipular los alimentos en el aceite, de esta forma no los vas a pinchar, lo cual puede afectar su cocción.
Cocción por humedad, en medio líquido, acuoso o calor húmedo
Este grupo de diferentes métodos de cocción es el que más nombres tiene. Como se puede deducir, acá es necesario el uso de algún líquido para poder cocinar los alimentos que queremos llevar a la mesa. También está incluida la técnica al vapor, en últimas, viene de un líquido.
Las comidas al baño María, hervidas o pochadas hacen parte de este grupo. La temperatura es un elemento muy importante, ya que algunas preparaciones requieren alcanzar el punto de ebullición, pero otras se hacen a una temperatura menor.
Métodos de cocción mixtos o combinados
La última categoría para clasificar los métodos de cocción, seguramente, es la más fácil de entender en qué consiste. En la cocción mixta se usan elementos líquidos y secos en una misma preparación, incluso, como fuente de calor al cocinar.
En este grupo están los guisos y, aunque no se trata exactamente de un método, es bastante útil para comprenderlo mejor, la forma en que se usa la olla exprés u olla a presión.
¿Cuáles son los métodos o tipos de cocción? 
Después de tener claro cuáles son las formas de clasificar las distintas técnicas para cocinar usando el fuego o las altas temperaturas, es momento de entrar en detalle de cada una, desde las más tradicionales, hasta algunas mucho más recientes.
Son varias, así que te recomendamos ir por un snack y algo de tomar, tu estómago podría empezar a rugir pensando en las preparaciones que se pueden hacer.
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Hervir: cuando hablamos de este método, la temperatura es fundamental, ya que se trata de romper el punto de ebullición del agua. Es necesario alcanzar ese nivel de calor para poder cocinar los alimentos en el agua hirviendo.
Usualmente, se añaden los ingredientes cuando el líquido está burbujeando. Por otro lado, este tipo de cocción no añade ninguna caloría a los alimentos.
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Escalfar o pochar: a diferencia del anterior, cuando queremos escalfar no usamos agua que llegue al punto de ebullición, pero que sí sea lo suficientemente caliente como para cocinar algunos alimentos.
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Escaldar o blanquear: se usa principalmente con vegetales y consiste en cocinar por poco tiempo, máximo un par de minutos, en agua hirviendo.
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Freír: acá es muy importante el aceite, ya que los ingredientes se cocinan mientras este alcanza temperaturas hasta los 190°C. Es importante verificar que el aceite que se usa sí soporta las altas temperaturas, ya que no todos los productos que se venden tienen esta cualidad, así como no reutilizarlo muchas veces.
Recetas recomendadas
Para freír correctamente, lo mejor es que los alimentos estén sumergidos en el aceite, de esta forma es que se hace esa costra externa que suele ser crujiente. Es recomendable dejarlos escurrir sobre una servilleta, ya que tienen bastante grasa.
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Sofreír: a diferencia de la técnica anterior, cuando vamos a sofreír no es necesario sumergir o cubrir todo el alimento con aceite. En realidad, lo que hacemos es cocinarlo un tiempo con poco aceite y, usualmente, en una sartén, por eso la temperatura es más baja.
Normalmente se usa como un paso previo a otras técnicas, como sofreír las verduras cortadas antes de hacer un guiso. Funciona muy bien para potenciar el sabor de algunos alimentos.
Tres recetas para sofreír 
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Fricasé de cerdo, preparado con SAZONADOR NATURISIMO MAGGI®.
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Pollo al pimentón, preparado con JUGOSO AL HORNO MAGGI® POLLO PIMENTÓN.
Más métodos de cocción 
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Dorar: un alimento dorado es ese que brilla y tiene una textura especial. Normalmente se hace usando aceite o mantequilla que funciona como un lubricante, que al ser cocinado entrega estas características particulares.
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Guisar: si alguna vez preparaste un guiso, ya has usado una técnica de cocción en la que los ingredientes se cocinan en sus propios jugos y en un mismo espacio.
Para que el sabor sea uniforme en toda la preparación y se mezclen los diferentes ingredientes en un elemento homogéneo para el paladar, es importante hacerlo lentamente y a fuego bajo, con paciencia.
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A la plancha: cuando hablamos de cocinar a la plancha hay algunos elementos que no pueden faltar: alta temperatura y poco aceite. Es un método de cocción muy efectivo para sellar las carnes, dorar algunos ingredientes y para preparar alimentos cuando tenemos poco tiempo.
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A la brasa: hasta el momento, únicamente hemos hablado de altas temperaturas, sin realmente tener en cuenta la fuente de calor. Para cocinar con esta técnica es necesario que la fuente sea de leña o carbón, pero no el fuego directo, sino las brasas encendidas y ardiendo.
Es uno de los métodos de cocción muy usado cuando hacemos asados, que además tiene dos ventajas. La primera, le entrega un sabor espectacular a lo que cocinemos. La segunda, es que no se usan grasas ni aceites. ¿Quieres saber más sobre los asados? Conoce los 10 elementos claves de un asado casero.
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Al horno: si hablamos de hornear, el ejemplo perfecto para que hagas una imagen en tu cabeza es con una torta recién preparada. Se cocina con aire caliente cuya fuente es una resistencia eléctrica.
Entre los consejos, cuando veas que una receta te pide precalentar el horno, sigue las instrucciones, esto puede significar la diferencia. Así mismo, mientras horneas no abras la puerta del electrodoméstico, esto también puede arruinar un plato.
Te compartimos algunas recetas para hornear
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Cupcake de banano con arequipe, preparado con LECHE CONDENSADA LA LECHERA®.
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Torticas españolas de papa y cebolla, preparadas con CREMA DE LECHE NESTLÉ light.
Otros métodos de cocción
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Gratinar: si eres fanático del queso, seguramente sabes de qué estamos hablando cuando queremos gratinar un plato. Usualmente se hace en el horno y consiste en crear una costra a partir de la exposición a altas temperaturas de la parte superior del plato.
Hablamos del queso porque es muy común usar este alimento para que se derrita y forme esa capa dorada y deliciosa.
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Apanar: la técnica para hacer milanesas y muchas otras preparaciones. Consiste en cubrir un alimento con huevo y luego con harina y/o migajas de pan. Después lo puedes freír o llevar a tu airfryer para que quede con esa textura inconfundible.
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Al vapor: un método en el que vale la pena pensar en los utensilios que vas a evitar, por ejemplo, aquellos que puedan desprender sustancias tóxicas con el vapor, como es el caso de algunos plásticos.
Al usar esta método de cocción, es el vapor del agua el que se encarga de cocinar los alimentos. Esto permite, también, jugar con aromas y sabores, ya que es posible usar algunas hierbas para añadirle estas propiedades al agua.
Por otro lado, debes asegurarte de que la olla siempre tenga agua. Es posible que se evapore y no te des cuenta.
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Al baño María: este método también es con calor indirecto, al igual que la cocción al vapor. Sin embargo, en el baño María se cocina con la temperatura del agua.
Para que lo entiendas mejor: en un recipiente dejas los ingredientes. Este recipiente lo metes en una olla más grande, a la que le añades agua. Esta agua, que se calienta en la estufa, es lo que termina cocinando los alimentos.
Es uno de los métodos de cocción ideales para platos delicados, como el flan o algunos pasteles, o para derretir los ingredientes que lo requieran.
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Al wok: en este caso también es fundamental el utensilio que le entrega el nombre a este método. Se trata de una especie de sartén de origen oriental, pero más grande y profunda, sin llegar a ser una olla.
Es una técnica en la que el movimiento del wok es necesario para que los alimentos se cocinen por todos lados de forma homogénea.
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Al microondas: si crees que este electrodoméstico únicamente funciona para recalentar comida, derretir ingredientes y descongelar verduras, estás equivocado. Vale la pena usar utensilios adecuados para no contaminar tu comida.
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Cocina con el lavaplatos: no es uno de los métodos de cocció que esté en los grandes libros de cocina, pero es un método que poco a poco ha dado de qué hablar. Se usan frascos herméticos de vidrio, para que el agua y el jabón del lavaplatos no entren, pero se aprovecha la temperatura a la que llega para cocinar algunos alimentos, como espárragos, camarones o pescado.
Fuentes: